El kapping es una fina capa de acrílico o gel que crea una cubierta protectora que evita que la uña se quiebre fácilmente. Su única función es engrosarla para que esta crezca sana y protegida.
Se trata de una capa dura y resistente que acompaña el crecimiento de la uña natural (no las alarga) por lo que lo convierte en un excelente tratamiento para uñas escamadas o para aquellas personas que no pueden dejar su hábito compulsivo de comerselas.